lunes, 10 de septiembre de 2007

Blanca Nieves, Cenicienta y la Bella Durmiente arruinaron mi existencia!

Remontándome a mi niñez, casi como si estuviera en una sesión de hipnosis, recordé los bellos momentos en que veía aquellas películas que se deshacían por crear en el inconsciente colectivo la idea de la magia y la fantasía de Disney.

¡Ya!, tengo que aceptarlo, lograron embobarme con la ternura, belleza e idea romántica que proyectaban. Pero, o yo soy una esponja que absorbe todo y más de lo que debo, o entre medio de la película habían frases al revés o ultra camufladas que decían:

“Tú príncipe azul debe ser igual a los que salen aquí”.

Es que es ésta la única bendita razón que tengo para explicarme el hecho de que se me viniera a la cabeza la imperiosa necesidad de obedecer a esa premisa subconsciente (sí lo reconozco…algunas etapas de Freud debo haberlas vivido medias alteradas, algo de patológica debo tener)

Listo lo he dicho, y si no aquí lo concreto:

“Aún sigo esperando a que llegue el príncipe azul, ¿o acaso no existe?”

Les prometo que trato de cambiar, como creo que lo hacen aquellas bellas jóvenes que también escucharon esas voces (no crean que soy psicótica ¿ya?) y que aún esperan al galán en caballo (puede ser un auto con un caballo de logotipo) con un traje maravilloso (dejémoslo en limpio y bien vestido), una postura esbelta, un temple real y una disposición casi sobrehumana, para luchar y complacer a la princesa…. Oooo que lindo!!!
¿Díganme si no es así?
Pero… (Me carga que siempre en la vida existan los pero)… en verdad cuesta cambiar y reformatear el disco duro.

Al parecer, ya que la “enfermedad” está instalada, sería más fácil actualizarse y cambiar más que el concepto, al estereotipo.

Quizás podríamos optar por un “príncipe contemporáneo” como puede ser un Gonzalo Valenzuela tan regio como lo vimos en Machos (no digo Monte Cristo, porque dudo que alguien haya visto esa teleserie) o qué les parece un Benjamín Vicuña, rebelde como Manuel de Rodríguez en Héroes o algo más autóctono como un Hotuiti bailando sau-sau (wuacala, gordo, feo)


Sí… podría cambiar al príncipe pasado, por estos representantes del siglo XXI… hasta Barbie cambió de opinión y logró divorciarse de Ken. ¿Por qué mejor no divorciarme entonces de esta antigua idea?

Aunque no sé si esto será vivir en un sueño, pero por el momento prefiero esto antes que llegar a la pesadilla (ya me veo en 20 años más con un Homero Simpsom al lado de mi cama!! Ahhhhhh)

Puede existir también, la posibilidad de que el verdadero príncipe azul más que un hombre bello por fuera, sea hermoso y resplandeciente por dentro y aunque tenga abdomen cervecero (no quise poner guata, que flaite por Dios!), vista y huela como hippie o sea menos romántico que ir a la piojera a celebrar un aniversario, genere más en mí que las pocas ideas cochinonas (DICEN) que se pasan por mi mente cuando veo a los wuachones nombrados anteriormente.

En fin, habrá que ver y no perder las esperanzas, total hasta Shrek y Fiona lograron encontrarse, estar juntos y ser felices para siempre.
"Eva"

5 comentarios:

Anónimo dijo...

La verdad es que el mal de casi todas es esperar el principe azul... ¿ exitira? esperemos que si, porque no me quisiera ver en 20 años mas, aun esperando, y en el intertanto haber criado un monton de gatos( librame por favor Diosito....).
Es que sera que el prototipo formado es demasiado exigente o que en verdad, los hombres aunque faciles ( como dijo un amigo, jijiji), no son lo sufientemente autenticos; porque a fin de cuentas, lo que cada una busca, segun mi humilde opinion, es poder entregarse ( entiendase en cuanto a los sentimientos mmmmm...)sin la preocupacion de que sera en vano, que a la otra persona le importas y que esta dispuesta a embarcarse en la aventura de amar...
Mientras llega ese principe... a dedicarse a cosas mas productivas digo yo, y ganar experiencia, para llegado el momento reconocerlo y decir el es!!!!!!!. Idealemnte llegue en el cuerpo de Benjamin Vickuña o Valenzuela, pero mas importante aun, es que este dispuesto a amar sinceramente...

Anónimo dijo...

Yo encontré a mi príncipe azul en el cuerpo de un gordito bonachón al que no cambiaría por ningún Gonzalo Valenzuela o Ralph Finnes (uhhh, mijito weno)

Y la verdad es que dudo que exista el príncipe azul de Disney. Como todas las películas y publicidad apelan a nuestras fantasías más íntimas (incluso de niñas ya!) y como toda fantasía, sólo se queda en eso. De hecho, las únicas Cenicientas, Bellas Duermientes y Blancanieves que conozco están operadas de pies a cabeza, photoshopeadas, retocadas, etc, etc.
Conozco la historia de alguien que espero largo tiempo por el hombre perfecto (léase años). Y la verdad es que se cansó tanto de esperar al mino rico y buen pololo que buscó uno normal y está feliz.

Así que sale mejor ir desmitificando al "príncipe azul", o si no nos quedaremos solteras y llenas de gatos hediondos.

Saludos a las escritoras, me gusta el estilo. Y en especial a Naty, mi querida amiga de colegio.

Fran

Anónimo dijo...

A mi la Bella y la Bestia casi me embarran la existencia. Y cual era el concepto?: detrás de una imagen no muy agradable (cualquiera que sea el contexto), hay una gran persona.
Entonces, cuando llegó el momento, quise creer que había llegado "mi bestia" (que feo suena eso!!!) y que se transformaría en mi principe azul... pero no!!!, resultó ser un psicópata!!! (con ideas delirantes misticas incluidas).
Luego de eso, no habiendo tenido suficiente, seguí con la misma idea subconciente... más de un tropezón tuve y aún así, sigo con la misma idea, hay que ser muy perna!!!, pero cómo se supone que nos olvidamos de la imagen que nos han mostrado desde siempre como ideal???
Decidí no buscar más, además de estar totalmente desilusionada de los cuentos de hadas que acompañaron mis sueños toda mi vida.
Sin embargo, sin buscar ni esperar, llegó "una bestiecita" y resultó ser el principe azul de la historia, claro que no tan alto, sólo un poco rubio y lo atlético se le fue a reposo... de los ojos no me quejo, jejejeje, pero contiene en él todos esos conceptos de "buena persona" que en mis ideales habían implantado las historias mágicas de la niñez. A lo que voy: es un hecho que los principes azules no existan, pero lo importante es que si tenemos ideales, no debemos olvidarnos de ellos, porque para nosotras son importantes y olvidarlos, dejarlos de lado o pasarlos a llevar frente a personas que en algún momento creamos que son las precisas nos puede causar mucho daño, en el fondo nos estamos pasando a llevar.
Fuera de lo chistoso o vanal que pueda sonar el tema, es una experiencia que no le recomiendo a nadie... por eso, de todo corazón amigas, les digo que se cuiden, cuiden su corazón, quieranse mucho y no se olviden de su principe, porque les puede ayudar a discernir cuando tengan un "candidato a principe".

Besos y abrazos

A todo esto... como es que el blog sabe quien soy si en ningun momento puse nombre o contraseña o que se yo???

Anónimo dijo...

Chicas: (asumo que son todas mujeres, siguiendo mis preceptos machistas)

El estilo de mi blog lo saqué de esta página: www.isnaini.com

Ahora, si quieren crear un template propio les recomiendo hacer una búsqueda en Google. No es por ser pajera ni mucho menos, pero yo no sé trabajar en HTML, aunque sé en que en inet hay extensas guías y es cosa de poner lo que uno busca y sale altiro, desde armar un template, hasta agregarle contador de visitas, gatos que corren de un lado a otro en la página (muy tiernuchos) y relojes, etc, etc.

Al menos yo lo hice así.

Les dejo saludos!

Ana dijo...

pense en no escribir pero bueh, aqui estoy.

La verdad es que yo si creo en el mino rico buen pololo! PERO en gustos no hay nada escrito. Al menos cuando yo estoy enamorada -quizas me vuelvo un poco ciega- encuentro que mi pololo es lejos lejos lo más rico que hay.

Hasta el momento sólo me he enamorado 2 veces asi que tampoco es que haya encontrando el mino más rico a cada lolito que besé.(es bueno aclararlo)

... me encanta el blog! espero que escriban mas segudio!